"La verdad tiene un sabor a disparate y a confusión, a locura y a sueño, como la vida de todos los hombres que ya no quieren seguir engañándose a si mismos. Hermann Hesse"

8 de diciembre de 2008

Bukowski - La Máquina de Follar (6º Parte)

Tanya le bajó la cremallera. Le sacó la polla, ¡menuda polla tenía el tío! había dicho treinta y cinco centímetros, pero parecían por lo menos cincuenta.
Luego Tanya rodeó con las manos la polla de Mike. El gemía de gozo.
Luego la arrancó de cuajo. La tiró a un lado.
Vi el chisme rodar por la alfombra como una disparatada salchicha, dejando tristes regueruelos de sangre. Fue a dar contra la pared. Allí se quedó como algo con cabeza pero sin piernas y sin lugar alguno a donde ir... lo cual era bastante cierto.

Luego, allá fueron las BOLAS volando por el aire. una visión saltarina y pesada. simplemente aterrizaron en el centro de la alfombra y no supieron qué hacer más que sangrar. Así que sangraron.
Von Brashlitz, el héroe de la invasión rusonorteamericana, miró ásperamente lo que quedaba de Mike el Indio, mi viejo camarada de sople, rojo rojo allá en el suelo, manando por su centro... von B. se dio el piro, escaleras abajo...
La habitación 69 había hecho de todo salvo aquello.

Luego le pregunté a ella:

-Tanya, habrá problemas aquí muy pronto. ¿Por qué no dedicamos el número de la habitación a nuestro amor?
-¡Como quieras, amor mío!
Lo hicimos, justo a tiempo; y luego entraron aquellos idiotas.
Uno de aquellos enterados declaró entonces muerto a Mike el Indio.

Y como von B. era una especie de producto del gobierno norteamericano, en seguida se llenó aquello de gente, varios funcionarios de mierda de diversos tipos, bomberos, periodistas, la pasma, el inventor, la CIA, el FBI y otras diversas formas de basura humana.

Tanya vino y se sentó en mi regazo.
-Ahora me matarán. Procura no entristecerte, por favor.
No contesté.

Luego von Brashlitz se puso a chillar, apuntando a Tanya:

-¡SE LO ASEGURO, CABALLEROS, ELLA NO TIENE NINGUN SENTIMIENTO! ¡CONSEGUI QUE HITLER NO LA AGARRASE! ¡Se lo aseguro, no es más que una MAQUINA!
Todos se limitaron a quedarse allí mirándole. nadie le creía.
Era ni más ni menos la máquina más bella, la mujer por así decirlo, que habían visto en su vida.

-¡Maldita sea! ¡majaderos! Toda mujer es una máquina de follar, ¿es que no se dan cuenta? ¡Apuestan al mejor caballo! ¡EL AMOR NO EXISTE! ¡ES UN ESPEJISMO DE CUENTO DE HADAS COMO LOS REYES MAGOS!

Aun así no le creían.

-¡ESTO es sólo una máquina! ¡no tengan ningún MIEDO! ¡MIREN!
Von Brashlitz agarró uno de los brazos de Tanya.Lo arrancó de cuajo del cuerpo.
Y dentro, dentro del agujero del hombro, se veía claramente, no había más que cables y tubos, cosas enroscadas y entrelazadas, además de cierta sustancia secundaria que recordaba vagamente la sangre.

Y yo vi a Tanya allí de pie con aquellos alambres enroscados colgándole del hombro donde antes tenía el brazo. me miró:

-¡Por favor, hazlo por mí! recuerda que te pedí que no te pusieras triste.
Vi como se echaban sobre ella, como la destrozaban y la violaban y la mutilaban. No pude evitarlo. apoyé la cabeza en las rodillas y me eché a llorar...

Mike el Indio nunca llegó a cobrarse sus veinte dólares.

1 comentario:

AgustinH dijo...

Jose como estas, pasate por mi blog te he dejado un premio mencion para que lo retires.
Saludos